En algún post anterior he reflexionado en voz alta sobre la implicación de las nuevas tecnologías en la comunicación en el trabajo. En concreto, la sensación de que los canales de comunicación cambian a un ritmo más rápido del que los analistas del discurso y los profesores pueden seguir. Hace unas semanas, por ejemplo, recogía la charla con un hombre de negocios que se comunicaba por motivos laborales a través del Skype para hacer llamadas y chatear. También mencioné el caso de una amiga empleada en una empresa de exportación de plásticos que hablaba también trataba vía Skype con los clientes. También hacía mención en otro post a los mensajes de voz en contextos profesionales o a los SMS. Y a lo que podríamos añadir la videoconferencia, los micro correos-e enviados a través del teléfono,…
Pues bien, hace unas semanas tuve una entrevista de trabajo por Skype. Se trataba, en definitiva, de una comunicación profesional. Eso me hizo pensar en la incipiente necesidad de dedicar unos minutos a formar a nuestros alumnos para ser capaces de entrevistarse a través de Skype, es decir, por videoconferencia. Y del teléfono también, por supuesto.
Tras mi propia experiencia, detecté algunos elementos comunicativos, muchos relacionados con la comunicación no verbal, que contribuyen a una mejor entrevista. Y como profesores, creo que deberíamos desarrollarlos e introducirlos en el módulo sobre «La entrevista de trabajo». (Algunos de estos consejos los he visto reflejados en este artículo de EXPANSIÓN, lo que me ha animado a escribir esta entrada).
Creo que estos consejos también pueden ser de utilidad para aquellos profesores que algún día deban ser entrevistados por este canal.
CONSEJOS:
– Cuidar la iluminación (no situarse delante de una ventana o fuente de luz potente).
– Cuidar el fondo (por ejemplo, una habitación desordenada).
– Comprobar previamente el funcionamiento del micrófono y los altavoces.
– Cambiarse el nombre de usuario si no se dispone de uno formal.
– Cuidado con el mensaje que aparece al lado del nombre de usuario. (Frases del tipo «¡Vaya juerga me pegué ayer!«, puede que no sean muy adecuadas) 🙂
– Servirse de un papel con anotaciones previas, por ejemplo, hechas sobre el CV. O prepararse algunas expresiones difíciles, en el caso de que la entrevista se haga en una lengua extranjera. (Algunas de estas expresiones pueden estar directamente relacionadas con la propia comunicación: «La calidad del sonido es muy mala. ¿Podría repetir?«; «Se lo escribiré a través del chat«; «Parece que se corta la conexión«; «Se cortó la conexión durante su última frase. No pude oír bien lo que decía«).
– Si nos hacen la entrevista por Skype para evitar que nos desplacemos, empezarla con un agradecimiento («Antes que nada, muchas gracias por permitirme realizar esta entrevista a través de la videoconferencia…«).
– Asegurarse de que nadie entra en la habitación durante su transcurso.
– Hablar de forma más pausada que en una conversación cara a cara.
– Mirar a la cámara y no a la ventana donde aparece nuestra cara.
– Algo que me creó más de un problema era que la voz llegaba con retraso, lo que creaba numerosos solapamientos e interrupciones a destiempo. Todo ello hacía que la conversación fuera muy incómodaañadiera más nervisos a los que ya traía. Creo que el entrevistador también lo sentía, por eso a partir de cierto punto, cada vez que quería interrumpirme levantaba la mano. (Ver la imagen del entrevistador levantando la mano me anunciaba una interrupción). Me pareció una buena idea que yo también adopté.
Espero que estos consejos sean útiles para los profesores, tanto en su papel de posibles entrevistados, como en el de formadores.