Consejos: Español de los negocios para grupos mixtos de profesionales

Algunas instituciones privadas ofrecen cursos de español de los negocios en los que se reúne una mezcla de profesionales (banqueros, comerciales, telefonistas,…). Yo creo que es la situación más compleja para un profesor, ya que por un lado, los manuales son normalmente muy generales en estos casos, y por el otro, conlleva mucho trabajo crear materiales para cada alumno. Además, suele aparecer la duda sobre el grado de especialidad de los contenidos (“Si es muy bajo, parecerá un curso de español general. Si es muy específico, sólo motivaré a unos pocos en cada momento”). Una opción podría ser la negociación abierta con los alumnos. Igualmente, se pueden aplicar algunas recetas que a mí me han funcionado:

  • Realizar un análisis de necesidades preciso y buscar el máximo de coincidencias.
  • Si es posible, establecer grupos de trabajo por áreas profesionales (Ellis y Johnson, 1994).
  • Evitar el material demasiado especializado y busca el denominador común entre las áreas. Por ejemplo,
  1. Incidir en el vocabulario común de los negocios;
  2. fomentar las estrategias de aprendizaje autónomo (especialmente el uso del diccionario terminológico), para que sea el propio alumno el que vaya adquiriendo la terminología propia de su especialidad;
  3. desarrollar la capacidad del alumno para adaptarse a contextos diferentes. Por ejemplo: tomar una misma simulación e ir cambiando algún elemento del contexto;
  4. desarrollar la capacidad del alumno para observar (“Imagina que empiezas en un nuevo trabajo, y no sabes nada sobre cómo se desarrollan las reuniones. ¿En qué te fijarías?”).
  • Evitar el uso de manuales estructurados en sectores (finanzas, RRHH, marketing, banca,…), porque a cada alumno puede que sólo le interese uno o dos. El resto los puede ver ajenos a su profesión. Habría que evitar que el alumno se pregunte (“¿Por qué tengo que aprender vocabulario sobre RRHH y leer textos sobre esto, si yo me dedico a los seguros?”).
  • En los niveles A1, A2 y B1, al tratar con las funciones comunicativas es prudente tener cuidado. 1) Yo opto por seleccionar las más generales y comunes a los negocios (proponer, opinar, rechazar, concertar una cita,…). 2) Me parece más seguro enmarcarlas en tareas auténticas y generales en los negocios, no en un sector concreto. Por ejemplo, si explico a mis alumnos la expresión del futuro próximo (IR+A+INFINITIVO), puedo aplicarla en la exposición de una solución inmediata a un problema inesperado, que es algo que se puede dar en cualquier trabajo: “Un cliente se ha quejado del servicio que le has dado. Imagina que le explicas a tu jefe, o al mismo cliente, qué medidas inmediatas vas a tomar para solucionar el problema”. (Incluso, son los propios alumnos los que podrían ofrecer casos reales sacados de su experiencia).
  • A partir del B2, como alternativa a un curso organizado por sectores profesionales, se puede crear un programa de curso que dé amplia cobertura a los eventos comunicativos (llamadas, reuniones, presentaciones orales, correo electrónico, socialización,…). Probablemente no todos necesiten los mismos. Por ejemplo, alguien no tendrá que dar presentaciones en su trabajo. Sin embargo, hay más probabilidades de satisfacer necesidades reales que con el temario por sectores (prácticamente todos los profesionales hablan por teléfono, envían emails y socializan). Por todo ello, pienso que puede ser útil ejemplificar las funciones de los nivles A1-A2-B1 a la luz de su uso en los eventos comunicativos que se traten a partir del B1. Así se pueden recuperar más fácilmente llegado el momento. Por ejemplo, para el futuro próximo:
  1. Para las presentaciones: “Mi exposición va a constar de las siguientes partes…
  2. Para las reuniones: “En esta reunión vamos a tratar el tema de…
  3. Para los informes: “A lo largo de este informe se van a exponer los motivos…
  4. Para las llamadas: “Yo no lo sé, pero se lo voy a preguntar a María.
  5. Para la socialización: “¿Qué vas a hacer este fin de semana?
  6. Para la entrevista de venta: “Si adquieres dos, te voy a hacer un descuento…
  7. Etcétera.

Además…

  1. Para cada evento buscar sus elementos comunes, es decir, las partes y los actos de habla más comunes. Al inicio del tema trabaja esos elementos comunes en las situaciones más generales.
  2. Posteriormente, cuando el denominador común haya sido asimilado por el alumno, animales a que hagan una selección de los escenarios y de las situaciones comunicativas más comunes en su trabajo. En la medida de lo posible, se puede utilizar para crear actividades adaptadas a cada alumno. (Por ejemplo, al trabajar las llamadas telefónicas, pedir unos días antes a cada alumno que haga una selección del tipo de llamadas más comunes en su trabajo [motivo, tono (formal o informal), interlocutores implicados, tema, soporte (móvil, fijo, Skype,…),…]. Una vez recopilado este material, se puede aprovechar para transformarlo en simulaciones.
  3. En relación con esto, pero más específico, pedirles que recuerden una situación concreta que hayan vivido en su trabajo y solicitar que la reproduzcan de nuevo, pero en español. Se pueden analizar comunicaciones reales que hayan tenido en español y que no les salieron bien en su momento. Entre todos se pueden ofrecer soluciones y reprodúcelas de nuevo.
  4. En líneas generales, er flexible siempre que sea posible: si hacen presentaciones orales, no imponer ni el tipo ni el tema, sino que ellos elijan el tipo de presentación que quieren hacer en función de sus necesidades y deseos.
  • Implantar una metodología activa que motive al alumno y lo vuelva menos crítico (Ellis y Johnson, 1994).
  • Plantear simulaciones, más que juegos de rol, ya que estos últimos pueden asignar papeles demasiado específicos.
  • Hablar abiertamente con tus alumnos y explícales la situación. Transmíteles que harás un esfuerzo por satisfacer a todos, pero que eso será imposible al 100%.
  • Si entre los alumnos hay un estudiante de Economía que todavía no trabaja, exponerle la situación, y motívarlo explicándole que es una buena oportunidad para empezar a conocer a través de sus compañeros cómo funciona la comunicación en los negocios.
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3 respuestas a Consejos: Español de los negocios para grupos mixtos de profesionales

  1. Muchas gracias Antonio por tus sabios consejos. En general loscursos son de 40 horas y son estudiantes de Relaciones Internacionales, economía y turismo, ya sabes, siempre hay algún traductor o algén curioso de periodismo, bellas artes, física, etc.
    Generalmente, me muevo más por los contenidos que por las funciones ya que las clases de gramática tienen una orientación nocio-funcional y se me olvidó comentarte que también tienen un cursos de Producción Oral y Escrita 8en español general).
    Trabajamos el manual Empresa siglo XXI y presto más atención a los contenidos y a las cuestiones relacionadas con la competencia itercultural. En cuanto a la tipología de actividades de interacción utilizo las simulaciones en clase, además actividades de expresión y comprensión. El proyecto final del curso consiste en crear una empresa e intento que trabajen en conjunto todas o casi todas las secciones tratadas en el curso.
    Muchas gracias por tus consejos.
    Un abrazo,
    Emilio

  2. Antonio, hola de nuevo. Me parece correcto lo que has comentado sobre este punto. Simplemente dos consideraciones.
    1.- En mi caso, los cursos de español de negocios que imparto están enmarcados dentro de un programa general de Estudios Hispánicos en el que además pueden estudiar gramática española, historia del arte español, etc. La cuestión es que me surge el dilema siguiente: ¿Es necesario que añada en mis cursos de español de negocios nociones y funciones del ámbito laboral cuando los estudiantes tienen un curso exclusivo de gramática?
    2.- En tu exposición relacionada con usuarios que demandan dentro de un mismo grupo diferentes especialidades de español de negocios, yo añadiría una tipología más de actividades que sería los proyectos. Esta tipología te permite focalizar más en determinados sectores o especializaciones del mundo de los negocios, así uno debería crear una empresa mientras que otro debería crear un proyecto de contabilidad o banca, etc.
    Una vez más, es un placer poder compartir contigo mis ideas.
    Un abrazo,
    Emilio
    PD.- Muchas gracias por la publicidad del curso que dirijo en Granada, me encantaría poder invitarte para la próxima edición pero la crisis me limita mucho. A ver en el futuro si se puede hacer algo.

    • antoniorcbxl dijo:

      Hola, Emilio:

      Muchas gracias por tus comentarios, y especialmente por recordar el tema de los proyectos. Me parece muy acertada la observación de que un proyecto permite a cada estudiante cumplir una función para el logro de dicho proyecto. Eso me hace pensar también en el trabajo colaborativo. Sería interesante ver qué actividades permitirían aglutinar a todos los estudiantes en torno a una actividad conjunta, pero salvaguardando su especialidad profesional.

      Respecto a tu pregunta, debo decir en primer lugar que nunca me he encontrado en esa situación, ya que el grueso de mis alumnos han sido trabajadores en activo en grupos mixtos en una academia o en empresas. Por lo que lo único que puedo hacer es plantear una hipótesis del tipo “¿Qué haría yo en esa situación?”.

      Respondo a esta pregunta sin saber si son profesionales en activo o estudiantes, qué nivel tienen o de cuánto tiempo dispones, por lo que toma el consejo con pinzas:

      Lo que yo haría si me tuviera que enfrentar a un curso como el que mencionas es diseñar los contenidos de cada asignatura teniendo presente la utilidad y la relación que pueden tener con las otras materias. Si hay un curso de gramática formal pura y dura, es decir, no comunicativa, yo intentaría recuperar el máximo de esa gramática en la clase de comunicación. Es decir, aplicar la gramática a la expresión de funciones comunicativas contextualizadas en situaciones laborales, y posteriormente, integrar todas las funciones que pueda en tareas más generales como la entrevista de trabajo, el CV, los correos electrónicos, las reuniones, los informes, las llamadas telefónicas, la socialización en el trabajo, la presentación de productos, la negociación, la recepción de clientes, la participación en ferias,…

      Si el curso de gramática al que aludes es del tipo comunicativo, es decir, donde enseñas gramática aplicada a la interacción comunicativa, pues lo que haría en el curso de los negocios, entre otras (interculturalidad, autonomía del aprendizaje, etc.) sería lo mismo: centrarme en esas tareas que he citado.

      Además de eso, se me ocurre que, los alumnos podrían hacer simulaciones aprovechando los contenidos de otras materias, como por ejemplo, la de arte. Podrían hacer presentaciones sobre un artista. Eso no deja de beneficiarles en los negocios, ya que los alumnos deberán manejar muchos recursos útiles en sus futuras presentaciones orales profesionales: la estructura, la capacidad de adaptación a la audiencia, la preparación de las diapositivas, la CNV, los exponentes para introducir, concluir, reformularse, etcétera. Es cierto que no es 100% auténtico en relación a las presentaciones de los negocios, pero puede ayudar a buscar un equilibrio entre asignaturas.

      En este contexto creo que se puede ser positivo el tema de los proyectos que tú decías: se podría plantear uno en el que el proyecto sea la apertura de una empresa que ofrece servicios a los turistas. Los alumnos deberían utilizar su conocimiento sobre Hispanoamérica para tomar decisiones a lo largo de la creación de la empresa: qué hoteles recomendar, qué itinerarios, qué restaurantes. Además, y más importante, para crear su empresa deberán comunicarse: reunirse entre ellos, hacer presentaciones, exponer gráficos, buscar información en Internet, generar lluvias de ideas, llamar o escribir tomar decisiones, plantear una campaña de marketing, pedir un crédito, entrevistar a futuros trabajadores,… Tareas muy profesionales en definitiva.

      Y si no hay tiempo para proyectos, creo que los alumnos podrían simplemente practicar las reuniones, por ejemplo, decidiendo entre todos dónde abrir un nuevo hotel, basándose en todo lo que han aprendido sobre Hispanoamérica. Pueden redactar un pequeño informe por medio de una tarea colaborativa. Un informe de mercado en el que analicen cuál de entre tres ciudades/países puede ser la mejor para atraer a turistas del país de los alumnos. Pueden practicar las llamadas o los correos electrónicos, por ejemplo, llamando a compañías de transportes, museos,… El arte tiene mucho que ver con los negocios, por ejemplo, en la gestión cultural. Ahí podría haber un nexo entre las materias.

      En esencia, creo que se podría mantener un curso basado en tareas profesionales donde el tema vehicular estuviese relacionado con otras materias.

      No sé, son mis especulaciones. Espero que te ayuden.

      Saludos.

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